El puente de Chirajara colapsó por un problema en el diseño de la estructura. Esta es la conclusión del informe entregado por la empresa interventora del proyecto, Interconcesiones.
Esta compañía a su vez solicitó la participación de Mexpresa, una firma mexicana especializada en sistemas de construcción de estructuras como puentes. Los expertos mexicanos encontraron que la viga que debía soportar las cargas de la torre no fue diseñada adecuadamente y por eso colapsó toda la estructura.
Durante una presentación pública en el Ministerio de Transporte este miércoles, el representante de Mexmesa, Arturo Pérez, aseguró que sus hallazgos están fundamentados en la inspección del lugar, el análisis de la totalidad de los planos y la simulación de las cargas y fuerzas a las que estaba sometida la estructura. Lea también: Estructura en pie del puente de Chirajara presenta grietas
Estos análisis los llevaron a concluir que la estructura fue mal concebida desde los diseños. No encontraron evidencia de fallas en los materiales, como tampoco la ocurrencia de sismos u otras eventualidades, como ráfagas de viento. La falla tampoco estuvo en el tablero del puente (la parte por donde circularían los vehículos) ni en los tirantes que unen el tablero a las dos torres.
El representante de la interventoría, Marco Hinojosa, explicó que tampoco se evidenciaron fallas en la cimentación del proyecto, un punto que podría ahorrar hasta 18 meses en la reconstrucción del puente, que debía ser entregado a mediados de este año por parte de Coviandes, el concesionario encargado de la obra. Además: Parte restante del puente de Chirajara está en riesgo inminente de desplome
Ahora bien, estas explicaciones preliminares abren la puerta a varios cuestionamientos más. El primero de ellos es la responsabilidad del propio interventor de la obra: si la falla es de diseño, ¿por qué no fue detectada antes? Hinojosa aseguró que la interventoría llegó al proyecto cuando los diseños ya estaban hechos y aprobados. El director de la Agencia Nacional de Infraestructura, Dimitri Zaninovich, aseguró que en esta etapa del proceso es muy pronto para asignar responsabilidades.
Uno de los expertos consultados por este diario, y que pidió la reserva de su nombre por laborar con empresas que contratan en el sector, cuestionó esta posición al decir que “la falla de diseño en la viga transversal que encontró la investigación, o sea la subestimación de las fuerzas y las tensiones de la estructura, es algo que se ve inmediatamente cuando se hace un análisis de elementos finitos, que fue lo mismo que hizo Mexpresa en su examen. ¿Por qué no se hizo ese análisis en la etapa de diseños?”.
El mismo interventor aseguró que la falla en los cálculos del diseño no es un asunto común, sino un error “excepcional”.
Aunque este apenas es uno de los informes que se están recabando para establecer qué pasó con el viaducto de Chirajara, la falla detectada también implica que podría haber fallas en el diseño del proceso constructivo, no sólo en el diseño conceptual de la obra. “Este es un proyecto que lleva un largo tiempo en construcción. Estaba a pocos meses de completarse. ¿Por qué se cayó ahora y no antes, pues las tensiones y las fuerzas están presentes desde siempre? Esto podría señalar que no sólo se calculó mal la fuerza que soportaría la viga, sino que tampoco se tomaron las medidas para asegurar la estabilidad de la estructura durante la construcción”, asegura el experto que pidió la reserva de su nombre.
El análisis del interventor lo llevó a concluir que el mismo problema reside en la otra torre que conformaría el viaducto, y que quedó en pie luego de la tragedia que cobró la vida de nueve trabajadores.
Y aquí la historia se complica aún más, pues hasta ahora nadie sabe cuál será el destino de esta estructura, pues Coviandes no se ha pronunciado sobre este punto y, debido a que se trata de un proyecto por concesión, todo el peso de la responsabilidad y la toma de las decisiones está en manos del concesionario.
Poco antes de la presentación del informe de la firma interventora de la obra, Coviandes informó que ordenó su propia investigación para establecer las causas del desplome del viaducto con la firma Modjeski and Masters, que tiene sede en Estados Unidos. Los ocho expertos de la empresa a cargo de la investigación comenzarán sus evaluaciones este jueves.
Mientras tanto, Germán Cardona, ministro de Transporte, ordenó el cierre total de la vía a la altura del viaducto de Chirajara para “preservar la vida de las personas que transitan por el lugar hasta tanto no se conozca una respuesta oficial de Coviandes”. En otras palabras, la comunicación terrestre entre Villavicencio y Bogotá quedó atada sin remedio a la decisión del constructor. Es claro que la medida, más allá de proteger la vida de los usuarios que transitan por la zona, es un mecanismo de presión sobre el concesionario.
El informe del concesionario se sumó a la advertencia que hicieron tres expertos del Instituto Americano del Concreto (ACI, por sus siglas en inglés), quienes inspeccionaron el sitio del desplome la semana pasada y concluyeron que la estructura que quedó en pie estaba en “riesgo de desplome inminente”.
La conclusión de los ingenieros, que le fue notificada verbalmente a la ANI el viernes pasado, se basó en un examen de la estructura, realizado con unos drones especializados. Este procedimiento reveló la existencia de grietas que, además, han ido creciendo. El informe completo de esta comisión debe ser entregado en unas semanas.