El bitcoin, que se vende y compra en plataformas especializadas en internet, valía US$9.855 hacia las 09H00 GMT, según datos de la agencia Bloomberg. Su cotización subió casi 50% en las dos últimas semanas.
A mediados de octubre, esta divisa se cambiaba por US$5.000. La reciente disparada es aún más espectacular teniendo en cuenta que el bitcoin empezó el año en torno a US$1.000, antes de caer como le ocurre con regularidad.
De momento, debería seguir subiendo: «no se ve en el horizonte ningún factor susceptible de hacerlo bajar», dijo a la AFP Shane Chanel, del gabinete ASR Wealth Advisers en Sídney.
Sin existencia física, el bitcoin se apoya en un sistema de pago entre personas P2P basado una tecnología denominada «cadena de bloques» (blockchain), se cambia en plataformas específicas de internet y no tiene curso legal.
No está regido por un banco central o un gobierno, sino por una gran comunidad internacional y aceptado en un número creciente de transacciones (restaurantes, sector inmobiliario…).
Según sus defensores, ofrece una alternativa segura a las dividas tradicionales: la «cadena de bloques» hace las transacciones infalsificables porque, para modificar una información, habría que cambiarla simultáneamente a todos los usuarios.
Esta caraterística interesa mucho al sector bancario, donde la «cadena de bloques» podría simplificar las transacciones desmaterializadas.
Wall Street al acecho
El estadounidense CME, uno de los mayores operadores bursátiles del mundo, anunció a finales de octubre que ofrecerá productos derivados que permitan especular con el bitcoin.
En Wall Street, el banco de negocios Goldman Sachs contempla también especular para sus clientes, había afirmado a la AFP a principios de octubre una fuente cercana a la entidad. También su rival JPMorgan Chase se declaró «muy abierto» a las criptomonedas «controladas y reguladas apropiadamente».
La llegada de estos inversores institucionales a un mercado hasta ahora dominado por los actores individuales «podría tranquilizar sobre el hecho de que se trata de un objeto de inversión (normal) para el sistema financiero», explica a la AFP Daisuke Yasaku, investigador en el Daiwa Institute of Research de Tokio.
Y sin embargo, a mediados de septiembre, el presidente de JPMorgan, Jamie Dimon, había afirmado que el bitcoin era una «estafa» destinada a estallar. «Es la definición misma de una burbuja», agregaba recientemente el directivo de Crédit Suisse Tidjane Thiam.
Los altibajos del bitcoin despiertan el temor de un desbocamiento especulativo: en su lanzamiento en febrero de 2009, un bitcoin solo valía unos céntimos de dólar…
Hasta ahora, los grandes bancos había evitado trabajar con el bitcoin, al tiempo que alertaban sobre una divisa muy aprecidada para realizar transacciones ilícitas porque escapa a todo control.
Sin ninguna «regulación», «las ganancias pueden ser colosales, pero los riesgos de movimientos (de pánico) de venta también», advierte James Hughes, analista de la firma británica de corretaje AxiTrader.
Por. AFP