El Congreso de los Diputados debatió este martes la modificación del Código Civil para cambiar el status de los animales. España consideraba a las mascotas como meros objetos, pero ahora pasarán a ser reconocidos como seres vivos dotados de sensibilidad.
Pese a que todavía se seguirán considerando como propiedades que se pondrán comprar y vender, así como ser usados en espectáculos, esta modificación supone un gran avance para los derechos animales.
Hasta este martes, los animales eran cosas, un bien más que podía ser embargado o incluido en herencias sin otra consideración que su valor monetario.
La votación, además de ser un gran avance, ha sido algo insólito. Por primera vez todos los partidos parlamentarios se han puesto de acuerdo y han votado a favor de la propuesta presentada por el Partido Popular.
Una de las peculiaridades de la modificación es la introducción de normas relativas a las crisis matrimoniales. Con la nueva norma se introducen preceptos destinados a concretar el régimen de custodia de los animales de compañía. Significa que un juez tomará la decisión de a quién entregar el cuidado del animal después de un divorcio, situación que antes no contaba con un respaldo jurídico.
La reforma sitúa a España al mismo nivel que Alemania, Austria, Suiza, Francia o Portugal, pioneros en cambiar la consideración legal de los animales como cosas.
Las asociaciones animalistas han celebrado la modificación, pero aseguran que todavía queda mucho camino por recorrer. El partido animalista PACMA critica que el texto aprobado, pese a reconocer a los animales como seres sensibles, sigue considerándolos propiedades objeto de comercio.
Para estas asociaciones, aunque el texto concluye que lo deseable sería que ese régimen protector vaya extendiéndose progresivamente a los distintos ámbitos en que intervienen los animales, resulta paradójico que se pretenda reconocer su condición de seres sensibles pero se siga permitiendo su explotación en granjas, su venta en tiendas o su uso en espectáculos.
Su conclusión es que es positivo que se analice como necesaria la consideración de que los animales sienten y no son cosas, pero creen que en la práctica seguirán siendo tratados como productos con los que se podrá comerciar y a los que se podrá explotar.
Las corridas de toros siguen siendo otro de los debates abiertos. Mientras que varias ciudades han prohibido la actividad taurina, el Partido Popular, el mismo que ha llevado al Congreso la propuesta sobre los animales, persiste en mantener esta práctica como parte de la cultura y del patrimonio español.
Por: Agencia Anadolu