En medio de polémicas por liderar campañas de tortura, el Senado confirmó a la designada de Trump.
Gina Haspel se comprometió a no reanudar el programa de torturas que la agencia puso en marcha tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 y en los que ella misma participó en Tailandia
Gina Haspel, con una dilatada carrera en la inteligencia estadounidense, se convirtió hoy en la primera mujer en dirigir la CIA, sorteando las sombras de su pasado vinculado a la práctica de torturas.
El nombramiento de Haspel se precipitó tras la salida del entonces secretario de Estado, Rex Tillerson, cuyo despido por parte del presidente Donald Trump motivó un baile de fichas en el Gabinete, al nombrar al exdirector de la CIA, Mike Pompeo, para dirigir la diplomacia estadounidense.
La dirección de Haspel supone un hito en la historia de la CIA ya que, por primera vez en sus 70 años de historia, la emblemática agencia de espionaje contará con una mujer al frente.
Haspel, que ejercía de mano derecha de Pompeo como subdirectora de la Agencia, cuenta con un perfil mucho más técnico que el de su exjefe puesto que, a diferencia de este, a quien se le considera un personaje mucho más político, ella cuenta con una dilatada trayectoria en el mundo de la inteligencia.
«Ha demostrado ser una líder con una extraña habilidad para conseguir que las cosas sean hechas y para inspirar a aquellos que la rodean», dijo de ella el propio Pompeo cuando la nombró subdirectora de la CIA, en febrero del año pasado. Durante su larga trayectoria en la agencia, Haspel ha acumulado «una extensa trayectoria en el extranjero», según un documento de la CIA, y es precisamente aquí donde comienza la controversia.
Fuente:El Tiempo