A las elecciones presidenciales de abril no podrán acudir los principales líderes de la oposición venezolana -por estar inhabilitados, en el exilio o presos-, pero tampoco podrán hacerlo dos exministros de la llamada revolución bolivariana que han criticado la gestión de Maduro.
Tanto el exministro de Petróleo Rafael Ramírez como el exministro de Interior Miguel Rodríguez Torres, ambos cercanos al fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013), han quedado fuera del juego político luego de que contra el primero se anunciara una orden de captura y contra el segundo una inhabilitación.
Aunque hasta ahora solo Ramírez ha expresado abiertamente su aspiración presidencial y Rodríguez Torres ha dicho que no aspira a ningún cargo público, pero al mismo tiempo ha señalado que aceptaría ser candidato a la Presidencia si el pueblo lo elige, ambos han considerado las acciones en su contra como un acto de «persecución».
Ramírez, también exjefe de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) y actualmente acusado de casos de corrupción en esta empresa, fue excluido del Gobierno de Maduro poco después de que este le pidiera la renuncia como embajador de Venezuela ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) el pasado 5 de diciembre.
El llamado «zar del petróleo», que al dimitir de su cargo informó que abandonaría Estados Unidos pero sin revelar a qué país se trasladaría, venía mostrando sus diferencias con la gestión de Maduro al criticar el manejo de la economía del país, sumergido en una profunda crisis.
Las críticas del exministro no eran bien vistas por funcionarios del Gobierno, como la ministra del Servicio Penitenciario, Iris Varela, o el considerado ‘número dos’ del chavismo, Diosdado Cabello, que en años anteriores lo defendían frente a señalamientos de corrupción.
Tras la retirada de Ramírez de la ONU, las diferencias con Maduro y con distintos dirigentes del oficialismo se profundizaron y pocos días después la Fiscalía anunció la apertura de una investigación contra el exministro por corrupción.
A pesar de ello, Ramírez manifestó su aspiración a la Presidencia y propuso hacer primarias dentro del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), organización de la que es miembro fundador y en la que asegura que tiene simpatizantes.
Seguido de esto se anunció la orden de captura en su contra, algo que para Ramírez es una «persecución política» por haber propuesto primarias dentro del PSUV, partido que dio su respaldo a Maduro como candidato a la Presidencia la semana pasada, según dijo el primer vicepresidente de la formación, Diosdado Cabello.
Sin embargo, Ramírez sostiene que esto no fue consultado entre los integrantes del partido.
Entretanto, Rodríguez Torres, también exjefe del servicio de inteligencia, fue inhabilitado políticamente por 12 meses por supuestamente no presentar su declaración jurada de patrimonio ante la Contraloría cuando se separó de su cargo como ministro de Interior y Justicia.
El exjefe de seguridad ha considerado que esta medida en su contra se debe al acercamiento que tiene actualmente con el pueblo a través del Movimiento Amplio Desafío de Todos, que viene impulsando, pues, como aseguró ante los medios, sí presentó su declaración jurada.
«Algún temor le tienen ellos a la gran migración de chavistas que están buscando nuevas alternativas políticas porque están hartos de la mentira y la manipulación del presidente Maduro y este movimiento sin duda es una de esas alternativas que está recibiendo miles y miles de personas», dijo en rueda de prensa el pasado 2 de febrero.
Rodríguez Torres se apartó del oficialismo el año pasado y desde entonces ha mostrado sus diferencias con el Gobierno de Maduro.
Ha sido acusado por el oficialismo de trabajar para la CIA, algo que niega y califica de «campaña» en su contra.
Además fue acusado por la ministra del Servicio Penitenciario de dirigir asesinatos selectivos contra chavistas y opositores.
Los señalamientos por parte de oficialistas en su contra no han parado en el último año y tanto él como Ramírez consideran que sus ideas pueden ayudar a Venezuela a salir de la crisis de la que responsabilizan al jefe de Estado.
Bajo este contexto, el oficialismo fundó recientemente un nuevo partido llamado Somos Venezuela de apoyo exclusivo a la candidatura de Maduro.