Faltan varios meses para conocer a fondo la aplicación del “Petro”, la nueva moneda virtual de Venezuela. Mientras eso sucede es importante entender por qué se llegó a esta instancia, la cual podría ser una de las medidas ingeniosamente desesperadas del gobierno de Nicolás Maduro por quitarse encima la crisis por falta de efectivo, contrarrestar los precios que llegaron al punto más alto de su historia y eliminar la intermediación bancaria.
Durante 2017 el Gobierno aumento la liquidez monetaria en un 826,16 %, equivalentes a 81,7 billones de bolívares (Bs.). Así las cosas el anuncio de una criptomoneda indicaría que cada vez son menos sus alternativas para imprimir más papel moneda.
Es decir, quemó todos sus cartuchos en un año en el que llevó a cabo dos elecciones en menos de tres meses, incluso a todos los portadores del carnet de la patria y que votaron a favor del movimiento chavista recibieron en su cuenta un bono navideño por algo más de 500.000 Bs. (casi tres salarios mínimos).
El verdadero problema es que ese dinero no se puede retirar del cajero porque a pesar del aumento de la liquidez no hay plata en los cajeros. Por ventanilla se puede retirar con cheque hasta 4.000 Bs., prácticamente cuesta más el papel del cheque que efectivo que se obtiene del banco. Dicho monto apenas alcanza para pagar un parqueadero que hoy en día cuesta 3.000 Bs.
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Esta necesidad ha desencadenado de un desarrollo de la banca digital, muy al modelo chavista. Crearon una aplicación para Android que permite transferencias inmediatas entre diferentes bancos, sin embargo su uso es reducido a quienes tienen un Smartphone y la plataforma aún esta en desarrollo por lo que su funcionamiento no está al ciento por ciento.
La canasta de inalcanzables
Los precios llegaron al punto más alto de la historia, todo porque el dólar paraleló pasó de 30.000 Bs en octubre de este año. a los 108.000 Bs. actuales. Una salida a cine para cuatro personas hasta 550.000 Bs., un mercado básico para una semana puede llegar a costar 800.000 Bs., un calzado deportivo para niños entre 600.000 Bs. y 800.000 Bs.
El punto relevante es si antes el ingreso no alcanzaba, ahora menos. Idalies Torres, que trabaja limpiando oficinas 4 días a la semana necesita el salario completo de un mes para acceder a estos servicios. Una verdadera utopía porque con su sueldo debe pagar transporte, la alimentación de sus 4 hijos y comprar medicina para su nieta de dos meses, entre otros gastos recurrentes en una casa donde habitan 7 personas. Por ahora hay esos productos seguirán fuera de su alcance.
Para ella la alternativa de una criptomoneda podría ser un paliativo en el corto plazo. Maduro señaló que este mecanismo, en primera instancia, sea solo para transacciones internas.
Idalies podría recibir en su carnet de la patria el subsidio del gobierno en “Petro” y con esto comprar en los establecimiento regulados por el gobierno y acceder únicamente a los productos que fabrican las empresas controladas por militares.
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El desafío es lograr que Idalies, quien ni siquiera tiene un celular, se adapte a una moneda virtual y comprar solo en los sitios autorizados y sujeto a lo que el Gobierno disponga. Ella y su familia deberán olvidarse de la dependencia natural al papel moneda. Este último el segundo gran propósito de Maduro con el anuncio del “Petro”.
El tema se agrava cuando se trata de pagar otros productos. Por ejemplo, una prenda de ropa puede llegar a costar entre 2 millones o 6 millones de Bs., un tiquete aéreo 17 millones de Bs. Hay bancos que no permiten transferencias por esos montos y menos las tarjetas débito, y si lo hacen las bloquean de inmediato por seguridad.
Ahí es cuando el dinero tradicional pierde valor y es cuando el desarrollo de la banca digital empieza a tener tropiezos. No hay mecanismo que permita pagos a dicho nivel porque las tarjetas de crédito no tienen el cupo suficiente y los bancos tardan hasta dos semanas estudiando la solicitud de aumento de cupo, y cuando lo aprueban los comercios ya han duplicado los precios.
Por ello Maduro sostiene que la criptomoneda podría eliminar la intermediación financiera y ser la alternativa para evitar un malestar colectivo de tener el dinero, pero no poderlo usar.
Marshall Swatt, fundador de cambios de Bitcoin Coinsetter, dijo a Reuters que no existe un mecanismo judicial estable en Venezuela y por ende, “nadie confiará en nada que el Gobierno afirme esté respaldando por activos de algún tipo”.
Ya que hoy no se puede sacar la plata de los bancos y se hacen pagos con transferencias, aplicaciones celular o hasta intercambio de productos. Maduro ofrece la opción de una moneda virtual para salir al paso la situación y quitarse el dolor de cabeza de imprimir billetes en una economía con una inflación del 2.300 % que no deja ni que los billetes lleguen a la manos de los venezolanos porque cuando lo hacen ya no alcanza ni para pagar la tercera parte.
*Máster en Gobierno y Políticas Públicas y periodista. Colaboradora del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario
Por Diana Lache