«Yo no me quería morir»: la ‘Gorda Fabiola’ habla sobre los días que estuvo en coma

La humorista contó su dura experiencia en el programa Los Informantes, de Caracol Televisión. También aseguró que el apoyo de su familia y de su esposo ‘Polilla’ fue muy importante para su recuperación.

Fabiola Posada. Cortesía

«El día que a mí me despiertan, después de 22 días de un coma inducido, está ‘Polilla’ y me dice que yo lo miré como diciéndole adiós, pero yo no me quería morir«, así comienza su conmovedor relato Fabiola Posada, más conocida como la ‘Gorda Fabiola’, en el programa Los Informantes, de Caracol Televisión. (Lea: «Dios me dio vida otra vez»: la Gorda Fabiola)

Desde el 21 de febrero y hasta el 21 de marzo, la Gorda Fabiola permaneció en la Clínica Reina Sofía de Bogotá a causa de una desnutrición crónica, su cuerpo no producía las calorías adecuadas. Además, adquirió una bactería.

«¡Increíble! una gorda desnutrida, anémica. Por acá (cuello) me cogieron todas las venas, un artería que pasa por el pulmón, me ponían hierro, bolsas de sangre. Tú no te imaginas lo que es sentir el olor de la sangre acá (cuello). Mi muerte se produjó ‘el 21 de febrero de este año’, ese día paró todo».

Tuvieron que inducirle un coma que duró 22 días. La humorista ha soportado cuatro infartos, dos bypass, diabetes, hipertensión y desnutrición. Además, la enfermedad de su hija mayor, quien padeció de bulimia, un trastorno alimenticio. Durante todo este proceso ha contado con el apoyo de su familia y de su esposo y el también humorista ‘Polilla’, quien mantuvo a sus seguidores informados sobre los avances de su esposa.

«Cuatro infartos es una cosa impresionante, los médicos no entienden cómo es una mujer vital», le contó ‘Polilla’ a Los Informantes.

‘Polilla’ y la ‘Gorda Fabiola’ llevan 21 años juntos, tienen un hijo y se han casado tres veces. «Nosotos decidimos blindar nuestra relación porque en serio nos amamos, Yo no sé qué tanto significo para ‘Poli’, pero creo que él tampoco hubiera sabido qué hacer si su gorda se le hubiera ido», asegura Posada.

Sobre la enfermedad de su hija Alejandra cuenta que «la vida me ha puesto unas pruebas… Me ha sacado lágrimas, me ha arrugado el corazón porque la vida finalmentes es como una arepa, sabe a lo que tú le untes y yo siempre le he querido untar amor y siempre he procurado el bienestar para todos. La prueba de bulimia de mi hija fue muy dura, pero no hay nada que Dios y el corazón de una madre no puedan hacer para sacar a un hijo de la oscuridad«.

«Tantas pruebas que no me han matado, pero que me han hecho fuerte». Tras su recuperación, la Gorda Fabiola, de 54 años, pesa 80 kilos y debe mantener una dieta de proteínas y comer saludable. Pronto regresará a Sábados Felices, el programa que la dio a conocer y que la ha hecho una de las humoristas más queridas del país.

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